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La obra que sale mal

La obra que sale mal
Escena de La obra que sale mal, durante una de las múltiples veces que algo sale mal.

La obra que sale mal (The play that goes wrong) es una obra original de Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields estrenada en 2012, donde un inspector intenta resolver el misterio de un asesinato. Pero la obra, en realidad, va de cómo los actores lidian con las múltiples catástrofes que se van sucediendo a lo largo del montaje.

La idea se presenta desde que los acomodadores te están sentando en el patio de butacas. El «director» de la obra pulula entre los asientos, advirtiendo a los espectadores del gran espectáculo que están a punto de presenciar y presumiendo sobre su papel protagonista como el inspector Carter. De fondo, a telón abierto, dos técnicos dan los últimos retoques el escenario. Una vez el público se sienta, da comienzo la primera escena (en inglés, aunque el diálogo es irrelevante para que lo que se quiere contar):

La obra cuenta dos historias en paralelo. Por un lado, el misterio del asesinato, una parodia de las historias de detectives clásicas, llena de clichés. Y por el otro, la historia de los actores lidiando con los errores del montaje. La magnitud de las catástrofes escala exponencialmente con el transcurso del tiempo (actores que olvidan su diálogo, partes del decorado viniéndose abajo, errores de coordinación que acaban acumulándose en cascada…), culminando en un clímax donde el escenario se derrumba por completo.

Desmontaje

Lo peor

  • La hipérbole como base para la comedia: Vi la obra en inglés y es probable que alguno de los chistes más sutiles se me perdieran en la traducción, pero la obra basa la mayoría de su humor en la exageración, por un lado en la parodia del género detectivesco y por otro en las catástrofes que le suceden al reparto, siempre llevadas al extremo de lo que podría pasar en un montaje real. En la obra funciona muy bien, y creo que no podría hacerse de otra manera, pero hay un par de momentos en que la concatenación de errores les hace perder fuerza cómica.

Lo mejor

  • El concepto: La obra es única en su especie y sabe explotar su idea hasta las últimas consecuencias. El abanico de problemas que sufren los actores es variado y no cae en repeticiones.
  • La historia doble: Cada actor interpreta a la vez dos personajes: el personaje en el misterio del asesinato y al actor que interpreta ese personaje. La reacción de cada uno de ellos a los desastres es única y da una dimensión extra a la obra. Una de las actrices es una diva que solo hace poses al público, otro de los actores se ríe y aplaude cada vez que el público ríe o aplaude y el director de la obra reacciona con ira a cada error.
  • La interacción con el público: El público interviene en varios puntos de la obra. Al principio, uno de los técnicos coge a un asistente y le pide que sujete partes del decorado que se están derrumbando. Y mediada la obra, el inspector/director se desespera porque no encuentra una pieza de atrezo que uno de los personajes ha escondido por error. La escena no continúa hasta que alguien del público se ve compelido a gritar hacia el escenario sobre el paradero del objeto. Aunque imagino que tendrán un plan B para cuando esto no suceda, basar un gag de la obra en esta interacción es tan arriesgado como brillante.
  • El decorado: Cada uno de lo de resortes, piezas y elementos móviles del decorado forman parte de la historia de desgracia vivida por los actores de la compañía. Cuadros que caen al suelo, pisos que se derrumban, paredes que caen… El decorado cuenta su propia historia y sirve de trampa cómica constantemente.

Conclusión

The play that goes wrong es una obra con una premisa única, llena de momentos fantásticos que resonarán en todos aquellos que alguna vez hayan montado una obra de teatro.

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Improvisación teatral: técnica y 50 ejemplos

La improvisación teatral es uno de los ejercicios más clásicos dentro del mundo de la actuación. Como cualquier otro juego teatral, su ejercicio ayuda a agudizar los sentidos de los actores y a expandir sus habilidades interpretativas. Las escenas improvisadas son el lugar perfecto para experimentar con técnicas interpretativas, lo que en el curso habitual de un montaje teatral suele resultar complejo.

Claves para una buena escena improvisada

Una buena escena improvisada debería tener las mismas características narrativas que una buena escena guionizada: debe plantear un inicio, con la presentación de personajes; un nudo, en el que un conflicto se presenta; y un desenlace, en el que se resuelve la historia y finaliza la escena.

Los actores que intervienen en una escena improvisada deben:

  1.  Asimilar lo que sucede a su alrededor, entendiendo las intenciones de sus compañeros y reaccionando de manera acorde.
  2. Imaginar para interiorizar lo que está ocurriendo y continuar hacia adelante añadiendo nuevas ideas.

Es importante mantener un equilibrio en la escena, y no añadir eventos o reacciones que resulten exuberantes o improbables dentro del contexto dado. También resulta clave aceptar las ideas que otros introducen en las escenas, y no tratar de desecharlas porque no nos convenzan.

Finalmente, la clave para una buena escena improvisada es la naturalidad, dejar camino a la espontaneidad cuando haya que reaccionar ante lo que sucede, y no pararse demasiado a pensar la respuesta perfecta.

La premisa como semilla para la improvisación

Para cualquier ejercicio de improvisación se necesita una premisa sobre la que construir el resto de la escena, aunque sea mínima. Estas premisas pueden ser:

  • Personajes: dos astronautas, un sacerdote, dos mafiosos rivales, una pareja divorciada, un equipo de fútbol al borde del descenso…
  • Contextos: un funeral, una boda, un viaje en barca, una selva amazónica, un interrogatorio…
  • Ejemplos situacionales: un espía se despierta tras horas inconsciente encerrado en un ataúd enterrado bajo tierra, un soldado se encuentra frente a una bomba que debe desactivar, una locutora de radio de noche recibe la llamada de un oyente desesperado…

Para imprimir una lista de 50 ejemplos situacionales y tenerlos a mano en tus sesiones de improvisación, puedes descargar el siguiente dossier:

Descarga ’50 ejemplos para improvisación teatral’ gratis

Ejemplos para improvisación teatral

En este dossier se presentan 50 situaciones de ejemplo con las que arrancar una escena improvisada, clasificadas por el número de personajes que intervienen. Todos los ejemplos plantean, como mínimo, unos personajes y una situación. Muchos de ellos también plantean el punto de giro que genera el conflicto en la escena.

Estos ejemplos son una base para agilizar tus sesiones de improvisación. Experimenta con ellos. Añade personajes inesperados sobre la marcha. Combina varios en una misma escena para explorar posibilidades. Cambia el sexo o la edad a los personajes para encontrar nuevos puntos de vista. En definitiva, diviértete improvisando.

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Sleep no more: teatro elige tu propia aventura

Escena de 'Sleep no more' (Forbes)
Escena de Sleep no more (Forbes)

Sleep no more es la obra más exótica a la que he asistido nunca. De lejos.

La experiencia comienza a las puertas del Hotel McKittrick, un almacén gigante que parece abandonado, en la 27th Street de Nueva York. La entrada la marca una cola de personas, que empieza en una puerta sin ningún tipo de señalización. Para asegurarte, preguntas: ¿es aquí lo de ‘Sleep no more’? (‘Sleep no more’ is here?), porque la cola bien podría ser para comprar heroína. Te dicen que yes, y esperas.

A la hora acordada la puerta se abre. Entras y a cambio de tu entrada (las nuestras fueron 80$, pero los precios pueden subir hasta 300$, dependiendo de factores como el horario o si quieres cenar) te entregan una carta de póquer y una máscara. La carta marca tu orden de entrada; la máscara deberás llevarla puesta desde el comienzo hasta el final del espectáculo.

Sleep no more - Máscara y carta
Máscara y carta que te dan a la entrada.

Entras en un bar ambientado a principios del siglo XX, donde te ofrecen chupitos de absenta y gin-tonics, hasta que llega tu turno para entrar. Es entonces cuando te enfundas la máscara y entras en un ascensor, con otras quince personas, guiado por un conserje. El ascensor se cierra y el conserje pulsa los botones de todas las plantas. En cada planta, obliga a salir a unos cuantos de manera aleatoria. No le importa si vas en pareja o en grupo. De hecho, su objetivo es separarte de ellos.

Y entonces estás solo. En un decorado con más de 100 habitaciones distribuido en cinco plantas que puedes explorar cuanto quieras. Puedes abrir armarios, leer cartas y comer golosinas.  Y al principio no sabes qué pasa. Deambulas sin rumbo, mirando aquí y allá, cruzándote con otros enmascarados en tu misma situación. De pronto, alguien pasa corriendo por un pasillo. No lleva máscara y una decena de personas lo va siguiendo. Corres tras ellos. Ves a la persona sin máscara más de cerca. Es un hombre. Va vestido de época. Y entiendes. Es un personaje de la obra.

¿Qué está haciendo?

El hombre camina con cautela mirando a todas partes. Paranoico. Lo acompañas hasta una habitación, donde se llena un vaso de whiskey. Sobre su mesa hay cartas y fotografías que inspeccionas mientras él toma tragos.  Aparece otro personaje en la puerta. Una mujer, escoltada por otro enjambre de enmascarados. Y entonces se miran, se acercan, y comienzan a bailar. Primero, suave, como si con sus movimientos conversaran. Después rápido, como si pelearan. De un empujón se separan y, tras una última mirada, salen corriendo en direcciones opuestas. Y entonces tienes qué decidir. Seguirla a ella. Seguirlo a él. O quedarte donde estás.

Sleep no more
El resto de las tres horas de espectáculo continúan así. Persecuciones, encuentros entre personajes, peleas, suicidios, asesinatos, rituales satánicos, violaciones y una cena final que reúne a todos los personajes. Todo sin diálogo, sólo danza, efectos y música. Y el espectador siempre con la libertad de ir dónde quiera.

Desmontaje

Sleep no more está basada en la historia de Macbeth. Esto lo sé porque me lo habían dicho de antemano, no porque lo dedujese en el momento. La trama es imposible de seguir. Directamente. Leyendo Macbeth puedes intuir quién es cada personaje, y a la salida del espectáculo te ofrecen un libro por 20$ donde te cuentan todo lo que está sucediendo, pero aún así quedan muchas lagunas. Y, sin embargo, creo que la intención es completamente intencionada. En Sleep no more la historia es sólo la excusa. El verdadero protagonista es el concepto de obra, su contenedor y ejecución.

Lo peor

  • La máscara es un poco coñazo, sobre todo si, como yo, llevas gafas. Pero forzar su uso es lógico: resulta clave para reconocer a los actores entre tanto espectador.
  • Si quieres enterarte de algo de la trama, tienes que ir preparado o repetir. Eso sí, la experiencia sigue siendo fantástica aunque no entiendas nada, y luego es muy divertido comentar con tus acompañantes qué habéis visto y dónde, e intentar montar el puzzle.
  • El precio de la entrada es alto, aunque el despliegue de medios lo justifica. Es más caro que una obra normal, pero más barato que un musical en Broadway.

Lo mejor

  • El concepto. Un decorado inmenso donde una veintena de personajes se mueven por historias en paralelo, y donde el espectador es libre de ir donde quiera. No hay muchos espectáculos así.
  • La ambientación. Cada una de las habitaciones del decorado tiene su propia historia. La atención a los detalles en cada una de ellas es impecable. Tiene sentido: uno de los puntos clave de la obra es que el espectador indague en esos lugares.
  • Los secretos. Se reconoce rápido a los protagonistas: son los que más espectadores tienen tras ellos. Suelen ser los que más escenas interesantes viven y seguirlos es garantía de acción. Sin embargo, deambular por lugares poco transitados también tiene su recompensa. A mitad de obra, en un hospital donde no había nadie, una enfermera salió de una puerta y me hizo un gesto para que la acompañara. Me llevó a un pasillo aislado y oscuro, me tumbó en una silla camilla, me quitó la máscara y al oído fue susurrándome una historia mientras me transportaba. En el techo, del revés, varias maquetas representaban lo que relataba. Al final del viaje, me puso en pie, me colocó la máscara, las luces se apagaron y desapareció. Una puerta se abrió invitándome a volver a la casa.

Ideas para montaje de ‘Sleep no more’

Sleep no more es un montaje complejo. Muy complejo. Recrear algunas de sus características es una locura, pero hay algunas ideas en abstracto que resultan muy interesantes:

  • Historias paralelas, historias simultáneas: El espectador es sólo testigo parcial de la historia. Para entenderla por completo necesita compartir lo visto con otros espectadores.
  • La danza como diálogo: los personajes no tienen diálogo. Su principal método de comunicación, además de gesticulación y gruñidos ocasionales, es la danza. Logran transmitir qué tipo de relación guardan entre ellos con diferentes estilos e intensidades de baile.
  • El espectador elige su propia aventura: el espectador no está sentado en la butaca. Se mueve por el mundo de la obra y toma decisiones.

Conclusión: Si tienes oportunidad de ver Sleep no more, hazlo. Como director/dramaturgo/actor encontrarás miles de ideas. Y, como simple espectador, disfrutarás como un enano.

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Partes de un guión de teatro

Aunque el formato concreto puede variar, las partes de un guión de teatro son:

  • Actos: Estructuran la narración de la obra y su número puede ser variable. Muchas obras modernas suelen dividirse en dos o tres actos, aunque hay obras clásicas, como Romeo y Julieta, que transcurren en cinco.
  • Escenas: Un acto está compuesto de escenas. Un cambio de escena puede significar un salto en la narrativa, aunque generalmente están asociadas a cambios de escenario o decorados.
  • Dirección de escena: Es la parte más narrativa de una obra de teatro, donde se describen las acciones que realizan los personajes en escena.
  • Personajes: Marca el personaje al que corresponde la subsecuente acotación o diálogo.
  • Acotaciones: Son aclaraciones al texto al que acompañan, siempre entre paréntesis y precediendo a un diálogo.
  • Diálogos: Lo que dice cada personaje.

Un ejemplo de cada una de estas partes, en un guión moderno:

Partes de un guión moderno
Partes de un guión moderno

Otro ejemplo de uso de algunas de las partes en guión de teatro, en este caso en una obra clásica en verso:

Partes de un guión clásico
Partes de un guión clásico
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Cómo montar una obra de teatro

¿Tienes ganas de montar una obra de teatro? ¿No sabes cómo hacerlo? Éstos son los pasos que tendrás que seguir:

Busca un guión de teatro

La historia que quieras contar es la base para tu montaje. Puedes encontrar guiones de teatro en muchos sitios. Google es tu amigo y en Internet existen múltiples lugares donde conseguir guiones, incluida Tramody (guiño, guiño). También puedes conseguirlos en papel en librerías especializadas. Recuerda que generalmente necesitarás una autorización del autor para representarla, así como pagar sus derechos. Las obras de Tramody están exentas de derechos si van a ser representadas sin ánimo de lucro. Si no, deberías adquirir bonos de representación. En el caso de otras obras españolas, probablemente tendrás que conseguir una autorización a través de la SGAE, que para representaciones aficionadas suele quedarse con un 10% de la taquilla en concepto de derechos. Si nada de lo que hay por ahí te convence, siempre puedes escribir el guión tu mismo.

Recuerda que el guión debe ser factible de representar, dentro de tu contexto y posibilidades. Si es la primera obra que vas a montar, no empieces por un musical que requiera una banda en directo más un elenco de actores que además canta y baila. Empieza mejor por algo sencillo, una obra corta con pocos personajes.

Elige el elenco de actores (y adapta el guión a ellos)

Si es la primera vez que montas algo y no cuentas con un elenco, puedes buscar actores entre tus amigos, familiares y conocidos. A veces cuesta que la gente se apunte, pero una vez lo hacen no se suelen arrepentir. También puedes probar a poner anuncios (en Internet, o físicamente en tu barrio, colegio o universidad).

Aún teniendo un elenco disponible de antemano, es posible que tengas que adaptar el guión a ellos. Quitar o poner algún personaje, cambiar el sexo o la edad de otro…

Encuentra asistentes técnicos

Además de las actores, necesitarás gente que te ayude en el montaje desde un punto de vista técnico. Como mínimo, un técnico de luces que apagará y encenderá las luces de la sala al principio y al final de la función. También un técnico de sonido que controle la música y los efectos sonoros durante el montaje. Y quizá necesites un tramoyista, que mueva decorados entre escena y escena. También pueden ser los propios actores quienes muevan el decorado, incluso a telón abierto.

Existen otros muchos técnicos, como sastres, constructores de decorado, asistentes de dirección, apuntadores… El número de personas final dependerá de la complejidad de la obra.

Diseña la escenografía

La obra contará con un número de localizaciones que tendrás que diseñar y construir. Si se trata un decorado único, tendrás más libertad a la hora de montarlo, puesto que los elementos en escena no tendrán que variar sustancialmente durante el desarrollo de la obra. Si la obra sucede en muchos escenarios, puedes considerar el uso de caja/cámara negra, que consiste en colocar solo algunos elementos en el escenario, sin fondos ni paredes, solo flanqueados por las cortinas negras que delimitan el escenario.

La escenografía también envuelve otras cosas, como diseñar la iluminación (qué focos y luces acompañan a cada momento de la escena) y encontrar las músicas y efectos de sonido.

Programa los ensayos

La programación de ensayos dependerá principalmente de la disponibilidad del elenco de actores. En el caso de grupos de teatro aficionado, donde los actores suelen tener un trabajo diario, lo mejor suele ser plantear los ensayos en noches o fines de semana.

En mi experiencia, cuanto más intensivos y consecutivos sean los ensayos, menos horas se necesitarán para montar la obra.

Encuentra dónde representarlo

Finalmente, tendrás que representar la obra. Para esto, las posibilidades son ilimitadas. Busca certámenes, muestras o concursos y presenta tu montaje. En España, por ejemplo, existen muchos pueblos y localidades donde se celebran certámenes de teatro aficionado.

Procura elaborar antes materiales promocionales sobre la obra, que necesitarás cuando quieras convencer a alguien de que te deje representar en su teatro. Los más importantes:

  1. Una grabación de la obra completa: Un plano fijo que coja todo el escenario con un sonido razonable es suficiente. Puede ser un ensayo, pero si es con público, mejor.
  2. Un dossier con los datos de la obra: Género, duración, sinopsis, actores, técnicos…
  3. Otros materiales promocionales: cualquier elemento adicional que pueda hacer brillar la obra, como carteles, vídeos promocionales, página web…

¿Te he convencido? ¿Tienes alguna duda o sugerencia? Deja un comentario o contacta conmigo.

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Cuentos Millennials: El pacto

Cuentos Millenials presenta, en forma de teatro radiado, historias sobre cómo la generación que creció jugando a Pokémon afronta, de manera torpe y forzada, su paso a la vida adulta. Escucha el primer capítulo:

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Y consigue el guión de teatro gratis.

Estoy enganchado a los podcasts. Consumo más podcasts que cualquier otro medio. Mis favoritos en español: Todopoderosos, Catástrofe ultravioleta, Campamento Krypton; en inglés: Hello Internet, StartUp, 99% invisible.

Llevaba tiempo queriendo montar un podcast. Eso, unido a que este año no hemos tenido ningún nuevo montaje teatral con Más que palabras, ha sido la excusa perfecta para comprar un micrófono de gama media y junto a María, grabar algunos de los guiones cortos que he venido escribiendo en los últimos años.

Iremos subiendo un nuevo capítulo cada mes, así que no olvides suscribirte al podcast en iTunes, SoundCloud o ivoox.

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10 webs donde descargar música para tu obra de teatro

La música en el teatro, bien utilizada, aporta emoción e intensidad a cualquier tipo de escena. Encontrar piezas que se ajusten a lo que se está contando puede ser difícil. Éstas son algunas webs donde puedes descargar música para tu obra de teatro:

  1. Soundcloud es el YouTube de los sonidos y la música. Su función de búsqueda te permite filtrar canciones «To use comercially». Las pistas que aparecen en esta categoría suelen tener una licencia Creative Commons y pueden usarse libremente para cualquier producción. Fíjate bien en la licencia. Si es Creative Commons Atribución, deberás nombrar al autor de la canción en el cartel de la obra o en el pase de mano. Cuidado, porque muchas de las pistas en esta categoría son covers (versiones de otra canción), y aunque los autores las marcan como Creative Commons es probable que no puedas utilizarlas.
  2. YouTube audio library provee de una gran librería de música y efectos de sonido para que los creadores de YouTube puedan incluirlos en sus vídeos. La mayoría son gratuitas y pueden usarse con fines comerciales, pero no está muy claro si pueden usarse fuera de YouTube. La página sobre el uso de las canciones dice: «Las políticas de la Biblioteca de audio describen únicamente lo que le ocurrirá a tu vídeo si lo publicas en YouTube. No podemos facilitarte información acerca de la responsabilidad legal ni otros problemas que podrían ocurrir fuera de la plataforma. Te recomendamos que remitas tus preguntas sobre el uso de la música a un abogado cualificado.«, que viene a ser: YouTube se lava las manos si las usas fuera de su servicio.
  3. Armadillo.cc distribuye canciones gratuitas para uso comercial bajo licencia Creative Commons Atribución. El catálogo es algo limitado, pero suben un nuevo tema cada semana. También crean temas a medida.
  4. Mobygratis es una web creada por el compositor Moby, donde ofrece gratis un montón de sus canciones para uso no comercial.
  5. The Complete Chibola Royalty Free Music Library ofrece un pack de 120 canciones que puedes usar con cualquier fin, comercial o no por tan sólo 35$. Puedes escuchar algunas de las pistas antes de descargarlas.
  6. Melodybeat ofrece pistas por 10$ con licencia de uso universal, sin costes adicionales.
  7. Premiumbeat ofrece canciones profesionales para uso ilimitado en obras de teatro (y otros medios). Dependiendo de si la obra es aficionada o profesional, deberás adquirir una licencia estándar (39.95$) o profesional (39.95$ por canción + 250$).
  8. Jamendo es una gran plataforma para descubrir nuevos artistas. También ofrece muchas pistas con licencia Creative Commons (en algunos casos, para uso comercial). Para otras, se puede adquirir una licencia de uso comercial, a partir de 79€.
  9. Twinmusic es una pequeña compañía que crea temas instrumentales para todo tipo de usos, con licencia Creative Commons Atribución.
  10. OurMusicBox es la web de un compositor que lleva 20 años creando canciones, y que las ofrece bajo licencia Creative Commons Atribución, con la posibilidad de hacer donaciones y pagar una suscripción baja para uso comercial.

¿Sueles utilizar música en tus montajes? ¿Utilizas o conoces alguna otra web donde descargar música para teatro? Comenta e iremos actualizando la lista.

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Cómo escribir guiones de teatro

Hay tantos métodos para escribir una obra de teatro como autores, por lo que es difícil encontrar buenos manuales que tengan todas las respuestas. Éstas son algunas de las preguntas que deberías hacerte antes de escribir una obra de teatro:

1. ¿Qué historia voy a contar?

La chispa que te inspire para escribir puede tener diversas formas:

  1. Un punto de partida: Una situación divertida, un diálogo ocurrente o un personaje interesante. Ese silencio incómodo tuvo como punto de partida el personaje de Lola, una mujer que cae enferma y quiere que sus hijos firmen un contrato comprometiéndose a no cuidarla. El resto de la historia fue construyéndose alrededor de ella.
  2. Una temática concreta: De pronto, un día, te apetece escribir sobre un tema muy concreto. Algo que está de actualidad, algo que te ha tocado la fibra. El chisme se centra en las malas costumbres que se dan en los pueblos pequeños. La escribí con 18 años, cuando aún vivía en mi pueblo natal y era testigo de aquellas costumbres a diario.
  3. El público: Mantener en mente al tipo de espectador que verá tu obra, o incluso por quién será interpretada, puede ser la mejor manera de dar en el clavo. Si vas a escribir un guión para una función escolar, por ejemplo, tanto la temática y el punto de partida deberán ser acorde a las expectativas de ese público.

2. ¿Cómo estructuro la trama principal?

Una vez escogida la línea general del guión, debes definir la trama principal. La mayoría de historias se estructuran entorno al paradigma de los 3 actos, acuñado por Syd Field:

  1. Acto I: Planteamiento. Presenta a los personajes y un primer «incidente» que desencadenará los eventos principales de la obra.
  2. Acto II: Confrontación. Confronta a los personajes principales con obstáculos que les impidan resolver el conflicto. A mitad, deberán encontrarse en el punto más alejado de la resolución, y hacia el final debe suceder algo que los pone de nuevo en el buen camino, directos hacia el último acto.
  3. Acto III: Resolución. Plantea un punto de confrontación máxima en el que los personajes se enfrenten con sus opuestos (sean éstos circunstancias u otros personajes), y resuelve para llegar al desenlace final. Finalmente, plantea un momento de calma en la que el equilibrio se recupera y sabemos de los personajes principales después de lo acaecido.

3. ¿Cuántos personajes pongo?

El mínimo que te deje contar la historia. Definir la trama principal te dará al menos 2 0 3 personajes principales, pero es probable que necesites más para completar la historia. Mantén este número lo más bajo posible. A mayor número de personajes, mayores dificultades logísticas en el montaje. Piensa que, a diferencia de las novelas o del cine, el coste de agregar personajes a una obra de teatro puede ser muy alto. En una película puedes añadir a un personaje con dos líneas fácilmente, porque el actor que lo interpreta irá al rodaje una mañana, grabará sus dos líneas y se marchará. En teatro tener un personaje más significa que el actor que lo interprete tendrá que estar en todas las funciones y participar en los ensayos.

4. ¿Cómo defino la personalidad de los personajes?

Conviértelos en personas de verdad. Conócelos tal y cómo conoces a personas en la vida real. Eso no quiere decir que tengas que saber todo sobre su pasado, presente y futuro, solo lo suficiente para poder retratarlos. Imagina cómo hablan, cómo se mueven, cómo reaccionarían ante diferentes situaciones, cotidianas y extraordinarias. A mí a veces me ayuda coger características concretas de personas que conozco (especialmente formas de hablar y expresiones) e incluirlas en mis personajes.

5. ¿Cuántos decorados/lugares debería tener mi obra?

La escenografía es uno de los retos más interesantes en el teatro. Si quieres tener un decorado completo y espectacular, es probable que tengas que sacrificar la variedad de escenarios y adaptar tu guión para que suceda en pocas localizaciones. Siempre puedes jugar con las luces y la distribución del teatro para simular otros espacios.

6. ¿Cómo escribo los diálogos?

Cada persona tiene una forma de hablar diferente. Cada uno de tus personajes también debería. Sé natural. Si quieres escribir una obra actual, huye del lenguaje barroco y de grandes párrafos que nadie diría en la vida real. Evita que los personajes expliquen de viva voz lo que está sucediendo. Si puedes contar algo solo con acciones, hazlo. Utiliza acotaciones y direcciones de escena para explicar estas acciones.

7. ¿Cómo remato el guión?

Léelo. Reléelo. Recítalo en voz alta. Quita frases enrevesadas, retoca frases difíciles de pronunciar. Si puedes, pide a otros que lo interpreten. Detecta qué dinámicas funcionan sobre el papel pero no en el escenario y corrígelas.

Cuando el guión se represente, observa las reacciones del público. Si algo no ha funcionado, no tengas miedo de quitarlo. Una de las mayores ventajas del teatro es que las funciones se crean cada día, y si se detecta algo que no va bien, se puede corregir para la siguiente.