
La obra que sale mal (The play that goes wrong) es una obra original de Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields estrenada en 2012, donde un inspector intenta resolver el misterio de un asesinato. Pero la obra, en realidad, va de cómo los actores lidian con las múltiples catástrofes que se van sucediendo a lo largo del montaje.
La idea se presenta desde que los acomodadores te están sentando en el patio de butacas. El «director» de la obra pulula entre los asientos, advirtiendo a los espectadores del gran espectáculo que están a punto de presenciar y presumiendo sobre su papel protagonista como el inspector Carter. De fondo, a telón abierto, dos técnicos dan los últimos retoques el escenario. Una vez el público se sienta, da comienzo la primera escena (en inglés, aunque el diálogo es irrelevante para que lo que se quiere contar):
La obra cuenta dos historias en paralelo. Por un lado, el misterio del asesinato, una parodia de las historias de detectives clásicas, llena de clichés. Y por el otro, la historia de los actores lidiando con los errores del montaje. La magnitud de las catástrofes escala exponencialmente con el transcurso del tiempo (actores que olvidan su diálogo, partes del decorado viniéndose abajo, errores de coordinación que acaban acumulándose en cascada…), culminando en un clímax donde el escenario se derrumba por completo.
Desmontaje
Lo peor
- La hipérbole como base para la comedia: Vi la obra en inglés y es probable que alguno de los chistes más sutiles se me perdieran en la traducción, pero la obra basa la mayoría de su humor en la exageración, por un lado en la parodia del género detectivesco y por otro en las catástrofes que le suceden al reparto, siempre llevadas al extremo de lo que podría pasar en un montaje real. En la obra funciona muy bien, y creo que no podría hacerse de otra manera, pero hay un par de momentos en que la concatenación de errores les hace perder fuerza cómica.
Lo mejor
- El concepto: La obra es única en su especie y sabe explotar su idea hasta las últimas consecuencias. El abanico de problemas que sufren los actores es variado y no cae en repeticiones.
- La historia doble: Cada actor interpreta a la vez dos personajes: el personaje en el misterio del asesinato y al actor que interpreta ese personaje. La reacción de cada uno de ellos a los desastres es única y da una dimensión extra a la obra. Una de las actrices es una diva que solo hace poses al público, otro de los actores se ríe y aplaude cada vez que el público ríe o aplaude y el director de la obra reacciona con ira a cada error.
- La interacción con el público: El público interviene en varios puntos de la obra. Al principio, uno de los técnicos coge a un asistente y le pide que sujete partes del decorado que se están derrumbando. Y mediada la obra, el inspector/director se desespera porque no encuentra una pieza de atrezo que uno de los personajes ha escondido por error. La escena no continúa hasta que alguien del público se ve compelido a gritar hacia el escenario sobre el paradero del objeto. Aunque imagino que tendrán un plan B para cuando esto no suceda, basar un gag de la obra en esta interacción es tan arriesgado como brillante.
- El decorado: Cada uno de lo de resortes, piezas y elementos móviles del decorado forman parte de la historia de desgracia vivida por los actores de la compañía. Cuadros que caen al suelo, pisos que se derrumban, paredes que caen… El decorado cuenta su propia historia y sirve de trampa cómica constantemente.
Conclusión
The play that goes wrong es una obra con una premisa única, llena de momentos fantásticos que resonarán en todos aquellos que alguna vez hayan montado una obra de teatro.